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Se Confirma un Crecimiento Entre 2.5% y 3% para Panamá

En el contexto actual de la economía panameña, la diversidad de proyecciones sobre el crecimiento del país resalta la complejidad de la situación económica. Recientemente, JP Morgan elevó sus expectativas de crecimiento para Panamá en este año hasta un 5.2%. Sin embargo, varios economistas advierten que la realidad económica podría estar más alineada con un crecimiento entre 2.5% y 3%. Esta discrepancia en las proyecciones suscita un análisis profundo sobre los factores que influyen en el desempeño económico del país, particularmente en relación con la industria minera y la calificación crediticia.



Análisis del Economista Olmedo Estrada


Durante un foro organizado por Capital Financiero, el economista Olmedo Estrada presentó un análisis que sugiere que un crecimiento del 2.5% debe considerarse como una estimación optimista en medio de un panorama económico que enfrenta serias dificultades. Según Estrada, la producción de la mina ha sido un factor determinante en esta situación. "Estamos haciendo un planteamiento de 2.5% como un crecimiento positivo optimista porque verdaderamente nos está afectando la producción de la mina," afirmó. Destacó que el aporte de la minería a la economía panameña ha disminuido notablemente, lo que conlleva un impacto negativo en el crecimiento de otros sectores.





El análisis de Estrada revela que, si la mina aporta solo un 5% a la economía, esto ya representa un inicio negativo. "La economía comenzó menos 5% con menos 5% de aporte por la industria minera," enfatizó. Esta reducción en la producción minera significa que el país arranca el año con una base económica desfavorable, proyectando un crecimiento que difícilmente alcanzará las tasas optimistas que JP Morgan propone.


Impacto del Cierre de la Mina y Pérdida del Grado de Inversión

La situación se complica aún más con el cierre operativo de la mina y la reciente pérdida del grado de inversión por parte de Fitch Ratings. Como señala Estrada, la degradación de la calificación crediticia implica advertencias sobre los riesgos asociados a la inversión en Panamá. "Esa calificación que nos hizo Fitch Ratings nos está afectando porque la calificación está a la baja. Cuando tú calificas a la baja a un país, estás diciendo que hay riesgos, y para invertir allí, hay que tomar muchas precauciones," agregó.


La pérdida del grado de inversión ha limitado la llegada de capital extranjero al país, lo cual es crucial para fomentar el crecimiento económico. Las inversiones en Panamá han disminuido drásticamente, cayendo a niveles de 1,200 millones de dólares, una cifra que no proporciona la fortaleza necesaria para alcanzar las cifras de crecimiento deseadas. "Eso verdaderamente no le da la fortaleza al país para poder crecer a las tasas que estamos hablando del 5%," dijo Estrada, reflejando su escepticismo sobre la capacidad del país para atraer inversiones en el futuro cercano.


Consideraciones sobre la Recaudación Fiscal

Además de los retos presentados por la minería y la calificación crediticia, el foro también abordó temas relacionados con la recaudación fiscal y las políticas impositivas en Panamá. José Galindez, presidente de la Asociación Fiscal Internacional de Panamá, abordó la necesidad de revisar la estructura fiscal del país. "Actualmente Panamá recauda un 13.1% en función del PIB, donde se contempla también las contribuciones a la seguridad social," destacó.


Galindez sugirió que Panamá podría adoptar un impuesto mínimo cualificado, dentro del marco del impuesto mínimo global, como un enfoque gradual para aumentar la recaudación fiscal. "La revisión de las exoneraciones, que representan alrededor del 4% del PIB, es crucial para aumentar la recaudación de manera que esta ayude a disminuir el déficit fiscal," enfatizó. Este enfoque no solo busca apuntalar la sostenibilidad fiscal del país, sino también mejorar la percepción de Panamá como un destino viable para la inversión.


Conclusiones

El panorama económico actual de Panamá presenta retos significativos que podrían limitar su crecimiento a tasas más conservadoras, como lo sostienen economistas como Olmedo Estrada. La combinación de la disminución en la producción minera, la degradación de la calificación crediticia y las limitaciones en la atracción de inversiones son aspectos que los responsables de formular políticas deben considerar con urgencia.


Además, es evidente que la reestructuración de la política fiscal, junto con una evaluación de las exoneraciones fiscales y los impuestos sobre las multinacionales, podrían ser pasos críticos hacia la estabilidad económica. A medida que Panamá navega por estos desafíos, el objetivo debe ser fomentar un entorno que no solo reactive el crecimiento económico, sino que también asegure un futuro más sostenible y resiliente para el país.




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